Preguntas frecuentes
¿Cómo puedo saber si mi hijo/a sufre algún tipo de trastorno de la conducta?
Existen unos síntomas que son característicos de los niños y niñas que tienen algún tipo de trastorno autista, generalmente se van a producir déficits en algunas áreas de la comunicación, de la conducta y de la socialización de la persona.
A continuación se detallan algunos síntomas generales del autismo:
- Lenguaje poco o nulo, o bien pierde el habla.
- Ecolalia, repite lo mismo o lo que oye (frases o palabras).
- Actua como si fuera sordo, pero no soporta ciertos sonidos o luces muy fuertes como por ejemplo, la licuadora o el microondas.
- No mira directamente a los ojos.
- Se obsesiona con los objetos sin razón alguna.
- No muestra ningun interés por los juguetes y/ o no los usa adecuadamente.
- Tiende a reunir objetos o los pone en línea.
- Muestra total desinterés por su entorno y en las relaciones sociales con los demás.
- No responde a su nombre.
- No obedece ni sigue instrucciones.
- Cuando quiere algo, no lo pide, toma la mano de alguien dirigiéndola a lo que desea.
- Rechaza el contacto físico. No le gusta que lo toquen o carguen.
- Aleteo de manos (como si intentara volar) en forma rítmica y constante.
- Gira o se mece sobre sí mismo.
- Se queda quieto observando un punto como si estuviera hipnotizado.
- Camina de puntitas (como ballet).
- Puede ser un niño hiperactivo (muy inquieto) o pasivo (demasiado quieto).
- Muestra agresividad y/o puede ser en ocasiones auto agresivo (se golpea a sí mismo).
- Tiene una gran obsesión por el orden y la rutina, rechaza los cambios.
- Se enoja mucho y hace rabietas sin razón aparente o porque no obtuvo algo.
- Sonrie sin razón aparente (como si viera fantasmas).
- En ocasiones, estos niños, además de ser autistas, tienen algún otro trastorno del desarrollo (retraso mental, motriz, Síndrome de Down, etc.)
- Solo un pequeño segmento de niños con autismo, llega a mostrar alto grado de inteligencia; su falta de aprendizaje se hace evidente, debido precisamente a su pobre o nula comunicación.
¿Qué debo hacer si observo que mi niño/a presenta algunos de los síntomas anteriores?
Los padres que sospechan que su niño puede ser autista, deben consultar al pediatra para que los refiera a un psiquiatra de niños y adolescentes, quien puede diagnosticar con certeza el autismo, su nivel de severidad y determinar las medidas educacionales apropiadas. El autismo es una enfermedad y los niños autistas puede tener una incapacidad seria para toda la vida. Sin embargo, con el tratamiento adecuado, algunos niños autistas pueden desarrollar ciertos aspectos de independencia en sus vidas.
¿Qué debo hacer como padre ante este trastorno?
Los padres deben de alentar a sus niños autistas para que desarrollen esas destrezas que hacen uso de sus puntos fuertes, de manera que se sientan bien consigo mismos. El psiquiatra, además de tratar al niño, puede ayudar a la familia a resolver el estrés; por ejemplo, puede ayudar a los hermanos, que se sienten ignorados por el cuidado que requiere el niño autista, o que se sienten abochornados si traen a sus amigos a la casa. El psiquiatra de niños y adolescentes puede ayudar a los padres a resolver los problemas emocionales que surgen como resultado de vivir con un niño autista y orientarlos para que puedan crear un ambiente favorable para el desarrollo y la enseñanza del niño.
¿Cuál es el pronóstico de estos niños?
La evolución varía considerablemente: algunos de ellos continuarán necesitando algún tipo de asistencia cuando sean mayores, un grupo adquirirá gran independencia funcional y algunos parecen "superar" el autismo con la edad.
El pronóstico será peor si el niño tiene un cociente intelectual no verbal bajo y si no ha iniciado un lenguaje con significado antes de los 5 años. La mayoría de niños autistas mejora en áreas de función social y lenguaje y disminuye sus conductas repetitivas y estereotipias a medida que crece. Es frecuente que se produzca algún retroceso en la pubertad, que en muchas ocasiones es temporal.
¿Cuál es el tratamiento?
Como en todos los enfermos crónicos, ha de realizarse un tratamiento de los síntomas y complicaciones del niño y un apoyo a la familia que permita la mejor calidad de vida posible de ambos. Los aspectos específicos del tratamiento de los síntomas son:
1) Manejo del comportamiento: consiste en establecer un programa eficaz de entrenamiento de comportamientos, aplicando la psicología conductista. El objetivo principal es estimular los comportamientos deseables y limitar los indeseables. Los padres y educadores deberán ser entrenados para poder realizarlo.
2) Enfoque educacional: favoreciendo el desarrollo del lenguaje comunicativo y las aptitudes sociales para lo que las escuelas a las que acuda el niño, deben estar dotadas de material y personal adecuados, el objetivo a largo plazo es que el niño se desenvuelva de la manera más eficaz y cómoda posible en el ambiente menos restrictivo.
3) Farmacoterapia: los medicamentos se reservan para los niños que no responden a otros tipos de tratamiento o que presentan otros síntomas asociados.
4) Apoyo a la familia: en la actualidad los profesionales que están correctamente preparados para realizar este apoyo son pocos. La mayor parte de los pediatras no se ha visto nunca a lo largo de su vida profesional en la necesidad de atender un niño autista por lo que sus conocimientos inicialmente no son amplios, a pesar de esto, podrán y deberán en el momento en que lo necesiten informarse para poder trabajar adecuadamente con las familias de estos niños. El mayor apoyo pueden recibirlo de los especialistas implicados en el tratamiento del niño (psiquiatras, psicólogos, trabajadores sociales y educadores) y de las asociaciones de autistas y padres de niños autistas. Es en estos momentos fundamental el trabajo desarrollado por estas asociaciones, será seguramente gracias a las presiones que ejerzan sobre los organismos oficiales y los profesionales implicados, unido a los avances científicos, lo que pueda mejorar el pronóstico a largo plazo de estos niños.